Las empresas dependen de la naturaleza más de lo que muchas veces se reconoce. Desde el agua que utilizan en sus procesos hasta la estabilidad climática que permite sus operaciones, el entorno natural proporciona beneficios esenciales que sostienen la economía global. Estos beneficios, conocidos como servicios ecosistémicos, son fundamentales para la continuidad de los negocios y el bienestar humano. Sin embargo, comprender su importancia y medir su impacto en las empresas sigue siendo un desafío.
En esta entrada explicaremos qué son los servicios ecosistémicos, qué tipos de servicios existen y cómo tu empresa puede dar sus primeros pasos para evaluar su relación con ellos, diseñar acciones que garanticen la disponibilidad de estos servicios a largo a plazo y tomar decisiones más sostenibles.
¿Qué son los servicios ecosistémicos?
En palabras sencillas los servicios ecosistémicos son todos los servicios que la naturaleza brinda. Estos servicios, también llamados servicios ambientales, son la base del bienestar humano y del desarrollo de las actividades económicas, ya que sostienen nuestra supervivencia, condicionan nuestra calidad de vida y determinan el funcionamiento de las empresas en todas las industrias. Tanto los humanos como las empresas dependemos de estos servicios, que se clasifican en cuatro categorías:
1. Servicios ecosistémicos de aprovisionamiento o abastecimiento
Son los productos obtenidos directamente de los ecosistemas naturales para ser consumidos o aprovechados. Estos productos incluyen, por ejemplo, el agua dulce, los alimentos, la madera, las fibras vegetales y las plantas medicinales. Son servicios tangibles y directamente aprovechables por las personas y las industrias, siendo la base de nuestra vida diaria y de numerosas cadenas productivas.
2. Servicios ecosistémicos de regulación
Son aquellos procesos naturales que mantienen el equilibrio ambiental y contribuyen a la estabilidad de los ecosistemas. Estos servicios incluyen la purificación del aire y el agua, la regulación del clima, el control de inundaciones, la polinización de cultivos y el almacenamiento de carbono, entre otros. Son funciones esenciales que la naturaleza desempeña de manera continua y que benefician tanto a los seres humanos como a las empresas, ayudando a reducir riesgos ambientales y a mantener condiciones óptimas para la vida y la producción.
3. Servicios ecosistémicos culturales
Son los beneficios intangibles entregados por la naturaleza que enriquecen la vida humana y generan bienestar a través de la salud física y mental. En esta categoría la naturaleza aparece como fuente de inspiración artística, lugar de enriquecimiento espiritual, espacio para la recreación, aula para la educación y elemento fundamental de diversas identidades culturales. La naturaleza está en este sentido ligada a la calidad de vida de todos los seres humanos y al legado cultural de las comunidades que se han desarrollado en estrecha relación con ella.
4. Servicios ecosistémicos de apoyo o soporte
Son aquellos procesos ecológicos fundamentales que permiten el funcionamiento de los ecosistemas y sostienen la producción de los demás servicios ecosistémicos. Si bien estos procesos no son evidentes y no son percibidos de forma inmediata, son absolutamente esenciales. Entre estos servicios se encuentran la formación de suelos fértiles a través de la descomposición de materia orgánica, el ciclo de nutrientes que enriquece el suelo para los cultivos o la fotosíntesis que posibilita el crecimiento de las plantas, la captura de CO₂ y la producción de oxígeno.
¿Por qué las empresas deberían preocuparse por los servicios ecosistémicos?
Como hemos dicho antes las empresas de diversos sectores tienen una relación de dependencia con la naturaleza. Si no hay ecosistemas saludables para obtener recursos, o si las empresas degradan estos ecosistemas de los que dependen, corren una serie de riesgos, que incluyen interrupciones en la producción, daños reputacionales y pérdidas financieras, todos factores que afectan su estabilidad y su capacidad de prosperar.
Las compañías de ecoturismo, por ejemplo, necesitan de ecosistemas saludables, toda vez que su capacidad de atraer clientes depende de la existencia de paisajes y de vida silvestre que posibiliten el disfrute y la recreación de los visitantes. Sin ecosistemas saludables, biodiversos y protegidos, actividades como el senderismo en la montaña o el snorkeling en los arrecifes de coral perderían gran parte de su atractivo y reducirían considerablemente la capacidad de estas empresas para generar ingresos.
Otro ejemplo claro puede observarse en las compañías farmacéuticas. Bien es sabido que muchas de las medicinas que producen estas empresas derivan de compuestos naturales presentes en plantas, hongos y microorganismos. ¿Qué pasaría si se interrumpieran los servicios ecosistémicos que posibilitan la existencia de estos recursos y de ecosistemas biodiversos? Por un lado, la producción se vería interrumpida, y por otro, se reduciría la capacidad de esta industria para descubrir y desarrollar nuevos fármacos.
Veamos también el caso de la industria textil. La producción de algodón, lana y otras fibras naturales depende de suelos fértiles en los que puedan crecer los cultivos y puedan crecerlas plantas de las que se alimentan los animales. Además, esta industria también tiene una alta dependencia del agua limpia para el riego y para el procesamiento textil, por lo cual necesita de los procesos ecológicos que purifican el agua y garantizan su disponibilidad.
Este escenario de dependencias y de interconexiones con el mundo natural exige que las empresas midan su impacto en la naturaleza e inviertan en la implementación de prácticas sostenibles y de conservación que aseguren el acceso a recursos esenciales para su operación. Las empresas que reconocen y asumen esta responsabilidad estarán mejor posicionadas para aumentar su resiliencia frente a los riesgos naturales, impulsar su competitividad con certificaciones medioambientales, abrir nuevas oportunidades de negocio a través de la innovación sostenible, ampliar su acceso a financiación, atraer consumidores conscientes y mejorar su reputación.
Evaluación de servicios ecosistémicos para empresas
Valorar todos los beneficios que las empresas obtienen de la naturaleza no es tarea fácil. La complejidad inherente de la naturaleza, sus procesos y sus interconexiones, la falta de datos estandarizados y la dificultad para traducir valores ecológicos en términos económicos y operativos hacen que llevar a cabo este tipo de evaluaciones sea cuando menos desafiante. En ese sentido, esta sección no pretende delinear una metodología exhaustiva para que las empresas evalúen los servicios ecosistémicos que soportan su operación. Más bien los siguiente cuatro puntos buscan aportar una visión general de las principales fases que deben ser cubiertas, sirviendo como punto de partida
1. Identificación de ecosistemas y servicios ecosistémicos
En primera instancia las compañías deben determinar qué ecosistemas (bosques, sabanas, humedales, ríos, etc.) están asociados a su operación a través de toda su cadena de valor. Una vez mapeados estos ecosistemas, las empresas pueden identificar los servicios ecosistémicos relevantes (polinización, suministro de agua dulce, regulación del clima, etc.) que impulsan su actividad económica de forma directa e indirecta. De esta manera se delimita el alcance de la evaluación de servicios ecosistémicos.
Algunas preguntas clave: ¿con qué ecosistemas entra en contacto la empresa a través de su cadena de valor? ¿Qué servicios ecosistémicos brindan estos ecosistemas para el correcto funcionamiento de la operación? ¿Cuáles de estos servicios tiene una relación directa y cuáles tienen una relación indirecta con la actividad empresarial?
2. Priorización de servicios ecosistémicos
No todos los servicios ecosistémicos tienen el mismo nivel de relevancia para las empresas. Por eso, una vez identificados los servicios ecosistémicos relevantes, es necesario priorizarlos según el grado de dependencia de la empresa frente a ellos, el nivel de riesgo producto de estas dependencias y cómo las actividades de la empresa afectan cada uno de los servicios. Este paso es clave para enfocar los esfuerzos de conservación de los ecosistemas y la preservación de los servicios ecosistémicos más críticos.
Algunas preguntas clave: ¿cuánto depende la empresa de cada uno de los servicios? ¿Cómo su desaparición o degradación impactaría las operaciones? ¿Qué tan probable es que un servicio determinado se vea afectado por la actividad empresarial o por cambios ambientales?
3. Cuantificación y valoración económica
En este punto las empresas deben enfrentar el desafío de medir los servicios y asignarles un valor económico. El primer objetivo puede cumplirse a través de indicadores medioambientales para entender, por ejemplo, la cantidad de carbono almacenado, la cantidad de agua filtrada o la biodiversidad que alberga un ecosistema. Luego, el valor económico puede ser estimado mediante distintos enfoques correspondientes a distintos servicios, como el valor de los productos derivados de la naturaleza, el costo de reemplazo, el costo de oportunidad, el método de costo de viaje o el método de precios hedónicos, entre otros.
Algunas preguntas clave: ¿cuál es el valor en el mercado de los productos naturales extraídos? ¿Cuánto costaría reemplazar un servicio ecosistémico por una alternativa artificial? ¿Cuánto podría gastar una persona para visitar un lugar? ¿Cuál es el beneficio económico de conservar un ecosistema en lugar de usarlo para otra actividad?
4. Implementación, integración y monitoreo
Finalmente, el análisis de los servicios ecosistémicos debe traducirse en decisiones informadas integradas a la estrategia empresarial, medidas para mitigar o compensar los impactos negativos e indicadores para monitorear la evolución de los servicios y la efectividad de las medidas implementadas. Estas acciones concretas pueden incluir la gestión de riesgos ambientales, la optimización en el uso de recursos y la inversión en soluciones basadas en la naturaleza para garantizar la continuidad de los servicios. Todas estas acciones pueden ser presentadas en reportes de sostenibilidad que incluyan indicadores sobre servicios ecosistémicos, lo cual abre las puertas para lograr certificaciones ambientales, mejorar la reputación de la empresa y posicionarla como líder en sostenibilidad.
Algunas preguntas clave: ¿qué medidas puedo tomar para reducir vulnerabilidades ante la pérdida de servicios ecosistémicos? ¿Cómo puedo lograr una mayor eficiencia en el uso de los recursos? ¿Qué indicadores pueden ayudarme a demostrar mi compromiso con la preservación de los ecosistemas? ¿Cómo puedo recopilar datos de manera ágil y eficiente?
Atlas: datos para evaluar ecosistemas naturales
Atlas, nuestra plataforma de inteligencia de la naturaleza, es una herramienta que recopila, analiza y visualiza datos medioambientales que puede ayudar a tu empresa a conocer en detalle los ecosistemas con los que interactúa y apoyar tus esfuerzos para valorar los servicios ecosistémicos que soportan tu actividad económica.
A partir de la definición de un área de estudio, Atlas entrega indicadores de carbono, biodiversidad, vegetación, agua, clima y riesgo, los cuales permiten identificar, por ejemplo, áreas críticas para la provisión de agua, zonas prioritarias de conservación, riesgo de incendios forestales, cambios en la vegetación o presencia de especies clave.
Esta información, que es acompañada por hallazgos científicos, es de alto valor para evaluar riesgos ambientales y su impacto en la cadena de valor, gestionar los recursos que brinda la naturaleza de forma sostenible, monitorear la salud de los ecosistemas para garantizar su capacidad de proveer servicios ecosistémicos a largo plazo y en general tomar decisiones basadas en datos que equilibren tus objetivos de negocio con la protección del mundo natural.
Para saber más sobre la plataforma, los indicadores medioambientales que ofrece y nuestras capacidades para solucionar desafíos de medición ambiental en tus zonas de interés, te invitamos a agendar una demo de Atlas. Esto nos permitirá reunirnos para conocer tus necesidades, proponer soluciones a tus desafíos y presentarte nuestras soluciones tecnológicas avanzadas para observar y medir la naturaleza a través de toda tu cadena de valor.